Las impresoras 3D ya son capaces de construir una casa.
Cientos de años despuĂ©s de que comerciantes acaudalados empezaron a construir las altas y angostas casas de ladrillo que han llegado a definir el horizonte de Amsterdam, arquitectos holandeses están actualizando el proceso para el siglo XXI: fabrican piezas de plástico para una tĂpica casa junto a un canal con una gigantesca impresora 3D y las juntan como enormes bloques de Lego.
Hedwig Heinsman, de la firma de arquitectos Dus, dice que la meta del proyecto de demostraciĂłn lanzado este mes no es tanto imprimir una casa funcional. De hecho, partes del edificio serán construidas una y otra vez a medida que la tecnologĂa de impresiĂłn 3D sea mejorada.
La intención de estos arquitectos es demostrar el potencial de uso de la impresión 3D en la construcción al crear nuevos materiales, probar diseños y ver cómo funcionan diversas técnicas de construcción.
"Hay una sola manera de averiguarlo: haciéndolo", explicó la arquitecta, quien augura un futuro en donde la arquitectura personalizada permitirá a los usuarios ingresar a un sitio de diseño, descargar los archivos y tener las partes listas.
En el corazĂłn del proceso iniciado en Amsterdam hay una impresora de 6 metros de altura llamada Kamermaker. "Es una versiĂłn mayor creada en base a un modelo de libre uso de Utimaker", explicĂł Heinsman.
Los bloques que fabrica la impresora están conformados por un insumo de origen vegetal y fibra de madera. Los arquitectos deberán utilizar cemento para unirlos y cumplir de esa manera con las regulaciones locales. El proyecto estará terminado en tres años.
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